Ya lo tengo casi todo listo para
otro de los eventos que vamos a tener este año, me hace muchísima ilusión y
estoy deseando que llegue el día pero a la vez me da miedo que algo pueda salir
mal. En este evento toda la responsabilidad es mía y quiero que todo salga como
lo he planeado; estoy hablando de la recepción que voy a ofrecer con motivo de
mi nombramiento como Presidenta de las Damas Goyescas.
El lugar donde lo voy a celebrar
es perfecto, un marco incomparable, precioso y mágico de nuestra ciudad, entras
allí y respiras historia, hace quinientos años los Reyes Católicos lo mandaron
construir y hoy, después de su rehabilitación, podemos contemplar un edificio de gran belleza
situado en uno de los extremos del Puente Nuevo. Sí, allí es, donde estáis
pensando… El Convento de Santo Domingo.
Al igual que en la entrada que os
hablaba del traje de goyesca, (Prueba de mi traje de goyesca. Ilusión), en el que hacía una comparación con el traje de
novia, este evento lo podemos comparar con la celebración de la “boda”, aunque
en esta boda no habrá iglesia, ni juzgado, ni novia que reparta alfileres a las
mujeres, ni novio con el que partir la tarta, si hay algo en común entre los
dos tipos de celebraciones, la ilusión con la que se hacen los
preparativos, ¡y por supuesto los
nervios! Son días y días de carreras para conseguir lo que tengo en mente para
ese día, horas de sueño perdidas porque siempre me pasa igual, a la hora de ir
a dormir se me ocurren las ideas, ya dije que soy más nocturna que diurna y
además, últimamente duermo poco, así que tengo que ocupar las horas en algo provechoso
y que mejor que preparar una fiesta ;)
Ayer, mi madre y yo, visitamos el
lugar para perfilar los últimos detalles con el equipo del catering, se
quedaron impresionados, lo habían visto mil veces desde fuera nunca habían
entrado allí y coincidimos en una cosa, el edificio tiene tal belleza que no
necesita una decoración para engrandecerlo. Varias mesas bajas con sus sillas por
si alguien necesita sentarse en algún momento de la noche, mesas altas, algunas velas, flores… No quiero que sea una cena donde estemos sentados
en una mesa con otros nueve invitados y no podamos relacionarnos con el resto
hasta la hora de las copas, por ello he decidido que sea una recepción tipo
coctel, quizás me equivoque al tomar esta decisión pero creo que es la mejor
manera de que los invitados se relacionen entre ellos y que yo pueda atenderlos
a todos sin tener que dejar mi mesa para ir de un lado a otro.
Y como en todos los actos que
tenemos, la ropa es también algo importante… Esta mañana me llamaba una
buenísima amiga que acababa de hablar con otra, nerviosas con el tema de sus
vestidos, “¡La semana próxima tienes que hacer un hueco y acompañarnos a ir por
los vestidos!”, me encanta que mis amigas tengan la misma ilusión que yo con
mis eventos y que quieran ir estupendas ese día y todos los que comparten
conmigo. Es un orgullo tener amigas como las que tengo. ¡Ayyyyy, cuánto las
quiero!
Coco Chanel decía, “Viste vulgar y solo verán el vestido, viste
elegante y verán a la mujer”, pues habrá que hacerle caso, ¿no creéis? Mi vestido
aún no lo tengo en casa, no voy a desvelar mucho de él, solo algunos detalles,
es sencillo, largo, azul y un diseño de Javier Jiménez; para mi gusto es muy
bonito, no sé que opinaran los invitados...
Y ya que he nombrado a Javier,
quiero aprovechar para decir que es un profesional de la cabeza a los pies, un
encanto de persona y no lo digo porque lo conozca de toda la vida, es que es la
pura verdad. ¡Ah! Y otra cosa, se dice, se comenta y se rumorea, que sus
precios son desorbitados, pues, chicas, es totalmente falso. ¡Lo tenía que
decir, lo siento!
Otro día os hablaré más
detenidamente de sus trabajos, igual que de todos los que están haciéndome el
vestuario que voy a llevar en los actos
a los que voy a acudir, una entrada por cada persona, todos se lo merecen y
además, quiero que los conozcáis porque son unos magníficos profesionales. Ana
Mari Romero Linares, Nati de “Ene de Nati”, Ana Gómez, Elena Jiménez, Conchi
Badillo, Miguel Lorca (Tocados M&C), … Y mi madre, Beatriz Delgado, ella también se lo merece.
Y volviendo al tema de mi
recepción, otro detalle importante en cualquier evento son las invitaciones… Las mías ya están terminadas, listas para entregar, de ellas os diré que son sencillas, clásicas, con papel pergamino y las he hecho con mucho mimo e ilusión. Una foto de portada, un poema, lugar, fecha, hora y poco más. Espero que les guste cuando lleguen a sus destinatarios y que puedan acompañarme en ese día.
Lo que más deseo es que sea una noche feliz y especial para todos, estoy poniendo todo mi empeño e ilusión para que sea así
y espero poder conseguirlo.
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