Plaza de Toros

Plaza de Toros
Este año, 2014, me ha tocado a mí... Tendré el gran orgullo y a la vez, la gran responsabilidad de representar a la mujer rondeña, un sueño hecho realidad y todo un año para disfrutarlo.

Desde éste blog os iré contando a modo de diario, lo que supone éste nombramiento, pero no sólo yo, como Presidenta, también "mis niñas" aportarán cada una su granito de arena para que conozcáis de primera mano nuestras ilusiones, los preparativos, las inquietudes, lo que significa cada acto al que acudimos, los complementos y trajes que vamos a llevar, en definitiva, lo que significa ser Dama Goyesca de la Feria y Fiestas de Pedro Romero.

Espero que a través de mis palabras logre transmitiros nuestros sentimientos y podáis vivir con la misma ilusión que nosotras este sueño.

Belén
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domingo, 24 de agosto de 2014

Uno de los días más grandes...

 
Fue un día grande! Si me pidieran elegir una sola palabra para describir la noche de la Imposición de Medallas no podría, se me vienen a la cabeza miles, emoción, magia, lágrimas, risas, arte, felicidad...
 
 
Todo lo que me había imaginado sobre la noche del jueves, se ha quedado en nada con lo que ha sido en realidad.
 
¿Cuántas personas habría en el Pase Blas Infante aquella noche? Quizás quinientas, mil... No tengo ni idea, solo se que cuando subí a aquel escenario y vi aquel paseo abarrotado de gente me dio un vuelco el corazón. ¡Impresionante! ¡Emocionante! Pero no quiero empezar la casa por el tejado...
 
 
 

 
La mañana fue una locura que prefiero no recordar pero llegó las tres de la tarde y las horas previas a la tan ansiada imposición quise pasarlas con dos de mis mejores amigas, en casa. Se supone que debería haber estado tranquila, descansando o quizás en la peluquería, pero no, allí estábamos las tres hartándonos de reir, y yo hartándome de llorar cada vez que llegaba un mensaje, cuando llegó un precioso ramo de flores a mi casa, cuando me llamaron para decirme que habían dejado una bonita planta en casa de mi Mamalina. A las cuatro ya estaba maquillada y cada vez que empezaba a llorar, delante mía se ponía Cuqui e Ines a retocarme el maquillaje y a regañarme por las lágrimas.
 
Tal vez sea muy tonta o será que estoy muy sensible, pero me emocionó despertarme a las nueve de la mañana y encontrarme ya mi móvil con muchísimos mensajes, en esos momentos es cuando me doy cuenta de la cantidad de gente que tengo a mi alrededor y que me quieren, mensajes tan cariñosos, de tanto apoyo, de tantos deseos de que sea feliz... No quiero nombrar a nadie, sería injusta si no los nombrara a todos,  ellos saben quienes son y desde aquí les quiero dar las gracias por estar ahí, y por estar no solo en cosas buenas, también en las menos buenas. 
 
Por la tarde el grupo del whatsapp de mis niñas, estaba "muy callado", todas atareadas con sus cosas, sus preparativos, sus familias... Me subí un momento a la "habitación", unos minutos de soledad que necesitaba, me senté en la alfombra delante de mi vestido y me las fui imaginando una a una delante de los suyos, todas estaríamos pensando en lo mismo, quedaba poco para cumplir nuestro sueño, para subir a ese escenario y por fin tener nuestra medalla, y pensando, pensando, pensé en mi padre, me acordé del día de mi boda cuando ya vestida de novia en mi habitación, subió a darme un beso y se me puso a llorar. Ojalá pudiera compartir todos estos momentos con él, ¡pero no me voy a poner llorona!
 
Sonó el timbre y aparecieron Miguel y Cati, llegó la hora, a peinarme y a vestirme... Cuando me estaba poniendo mi traje no me lo creía, por fin llegó el día de lucir el secreto mejor guardado, por fin lo quitaba del maniquí para ponerlo en mi cuerpo. Todos los complementos preparados encima de la cómoda y se fueron colocando cada uno como si de un ritual se tratara.
 
Ya preparada me miré al espejo, esta vez no lloré porque tenía a cuatro personas alrededor mía diciéndome que nos teníamos que ir y que ni una lágrima más, ya tocaba ser feliz y disfrutar de lo que había soñado tantas veces.
 
 
 
 
Salí de mi casa en dirección al Parador de Ronda, lugar donde la prensa nos esperaba para hacernos las fotos y de ahí, salir hacia el Paseo Blas Infante todas juntas.
 






 
 


 
 
A las nueve empezaba el acto, a esa misma hora empezamos mis niñas y yo a formar parte de la historia de nuestra ciudad. Una presentación del pregonero muy original a cargo de Mikel Urmeneta, como ya os comenté días atrás, un pregonero con arte y sangre torera por sus venas, Francisco Rivera y un pregón precioso, las palabras de apoyo de Vicente hacia mí, la de Mari Paz y por fin se escuchó de voz de Milagros Calle, mi nombre. Había llegado el momento más importante en la vida de una Dama Goyesca, la Imposición de Medallas.
 
 
 
 
Al principio os he comentado que impresionaba y emocionaba ver el Paseo desde el escenario, pero que la alcaldesa te imponga la medalla y todo el publico comience a aplaudir, fue algo que no se puede explicar con palabras, algo que se siente en el corazón, un pellizco, un vuelco, pero que no me salen palabras para definirlo porque seguro que me quedaría corta.
 
Desde allí arriba, aunque se veía un poco oscuro, pude ver a mi madre, mi hija, mi hermano, mi cuñada, familia, amigos..., no les veía bien la cara a cada uno de ellos pero seguro que estarían orgullosos de verme allí arriba y yo orgullosa de ellos, orgullosa de mi gente.
 
Mis niñas fueron subiendo una a una, a cual más guapa, más sonriente, más feliz... Once Damas Goyescas en el escenario, ya se acabó la cuenta atrás y empieza nuestro año.
 
 
Y que mejor comienzo que sintiendo el arte de Remedios Amaya!
 
 
Un gran acto gracias a muchas personas que han trabajado para que todo saliera genial, pero en especial gracias a una persona que lo está dando todo y más en estos días, Vicente Becerra. Este será su ultimo año en política y tengo que decir que el delegado de fiesta que tengamos después de él lo va a tener muy, muy difícil porque Vicente está dejando el pabellón muy alto, como Delegado de Fiestas y sobre todo como persona.   Vicente, como se que Juani me lee, decirte que eres grande y te lo digo de corazón, gracias por todo tu apoyo en estos días y por como eres conmigo. Os quiero, lo sabeis.
 
 
Y después de la Imposición y el pregón, había que celebrarlo, asi que nos fuimos al Convento Santo Domingo donde, como broche de oro, pasamos una noche estupenda.
 
 
 




 
Gracias a todos los que lo hicieron posible. 
 

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