Plaza de Toros

Plaza de Toros
Este año, 2014, me ha tocado a mí... Tendré el gran orgullo y a la vez, la gran responsabilidad de representar a la mujer rondeña, un sueño hecho realidad y todo un año para disfrutarlo.

Desde éste blog os iré contando a modo de diario, lo que supone éste nombramiento, pero no sólo yo, como Presidenta, también "mis niñas" aportarán cada una su granito de arena para que conozcáis de primera mano nuestras ilusiones, los preparativos, las inquietudes, lo que significa cada acto al que acudimos, los complementos y trajes que vamos a llevar, en definitiva, lo que significa ser Dama Goyesca de la Feria y Fiestas de Pedro Romero.

Espero que a través de mis palabras logre transmitiros nuestros sentimientos y podáis vivir con la misma ilusión que nosotras este sueño.

Belén
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lunes, 7 de julio de 2014

Algo imprescindible... El mantón de Manila...


¡Qué me gusta pasear por la calle Sierpes, por la calle Cuna, por el Barrio de Santa Cruz! A mi mente se me viene siempre la misma canción…
 
 

Aunque hace unos días más que pasear por esas calles, puedo decir que nos recorrimos todas sus tiendas… Alguien dijo un día que tener un buen mantón de Manila es como tener un buen cuadro, pues yo buscaba ese buen mantón, ese que un día vi en una tienda y por no entretenerme, pensé que otro día lo compraría y cuando volví ya no estaba, en ese momento entendí a la perfección el refrán,  “No dejes para mañana lo que puedes hacer hoy” y aún más conociéndome, yo soy de ideas fijas y como me guste algo, por mucho que me enseñen, ya no se decidirme!!
 
 
 
Pero dejemos mi vida y volvamos a lo realmente importante… Una prenda imprescindible en la vestimenta de una Dama Goyesca, es el mantón de Manila, cuando vamos a comprarlo o cuando vemos los que tenemos en casa, nunca nos solemos parar a pensar en que tiene su historia, simplemente están ahí colgados y nos detenemos en contemplar sus bordado de unos colores u otros para ver cual va mejor con el traje que nos vamos a poner. Pues hablemos un poco de esa prenda que vamos a lucir…
Me encantan las leyendas, así que si os parece voy a comenzar con una de ellas… Según cuentan,  una princesa china fue la primera que desveló la técnica del tejido de la seda, técnica en China conservada en secreto durante milenios. Huyó de una boda indeseada hacia la India llevando capullos de seda ocultos en su cabello, no se sabe si a modo de venganza o por un deseo de no renunciar a las prendas confeccionadas con dicho material.

De esta leyenda, podríamos asegurar el origen chino del arte de la seda y de este tipo de piezas, en China el mantón formaba parte de la dote de la novia.
 

Si hablamos de la historia del mantón y de cómo llegó a España, podemos decir que empezaron a usarlo la clase alta en el siglo XVIII, a raíz del comercio con la antigua colonia de Filipinas, cuya capital es Manila, de ahí el nombre que se le da al mantón.
Al principio, los bordados consistían en dragones, pagodas y cañas de bambú pero en poco tiempo se adaptó al gusto español bordándose en ellos rosas, claveles, pajaros… Es aquí donde nos encontramos otra leyenda…
 
 
 
 
La moda de la clase alta también llegó al pueblo llano. Según cuenta la leyenda, el mantón de Manila en España, partió de una historia de tabaco. Barcos procedentes de Filipinas traían las hojas de tabaco a la Fábrica de Tabacos de Sevilla envueltas en paños de seda para su mejor conservación. La fábrica, la instalación más antigua de Europa, comenzó en la plaza de Cristo de Burgos, donde antes había estado un corral de comedias. Era 1620 y se fabricaba tabaco de rapé, introducido por los marinos provenientes de América y popularizado en las cortes reales de Europa. En 1758, cuando la producción y la venta eran ya monopolio del Estado, se inauguró la planta en la calle San Fernando, determinante en la vinculación del tabaco con Sevilla.
 
 
 
 

Allí estaban las cigarreras que trabajaban en esta fábrica aprovechaban esos paños como rebozos para protegerse de la humedad cuando cruzaban el Guadalquivir de madrugada desde Triana, donde residían. Los paños venían bordados con motivos asiáticos y ellas les añadían los flecos. A España se le debe la incorporación de los enrejados y los flecos del mantón.
Cuando se perdieron las últimas colonias, en 1898, los retales de seda dejaron de venir decorados y ellas mismas comenzaron a bordarlos, creando sus propios diseños.

Así nació el Mantón de Manila, según cuenta una dependienta de Foronda, una casa que los borda y los vende desde hace tres generaciones en Sevilla. Para ellos, la relación de la prenda con el tabaco era beneficiosa para ambos: no sólo la seda evitaba que se sequen las hojas, sino que también el olor que éstas dejaban en el tejido alejaba las polillas y los ácaros. Hoy hay muchos tipos de mantones. El Mantón Imperio dicen que es el más caro del mercado, su precio oscila entre 1.200 y 4.000 euros. El enrejado del fleco, muy difícil de confeccionar, y el bordado, son los principales responsables de su alto coste, pero merece la pena si puedes permitirtelo. Todo se sigue haciendo a mano.
 

 

 
Como dato curioso os puedo decir, que en la visita que Michelle Obama hizo a Ronda en Agosto del 2010, le regalaron un mantón de Manila en color crema con flores rojas, y que según me han comentado, era una pieza con 200 años de antigüedad. Seguro que regresó a Estados Unidos encantada con el regalo.
 
 
 
 
 


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