Un sueño...

Tu vida cambia desde el momento que te comunican que vas a ser Dama Goyesca...

 

Tras leer esa carta que te lo anuncia, se mezclan muchos sentimientos, algunos difíciles de expresar con palabras, otros, se notan en la cara sin necesidad de decir nada, felicidad, ilusión, emoción, nerviosismo e incluso miedo a algo que no conoces... Lágrimas que aparecen, de tristeza recordando a quien ya no está, pero también de alegría por ver cumplido un sueño.

Después de ese primer momento, te paras y piensas que tendrás muchos actos a los que acudir representando a la mujer rondeña, mucha responsabilidad, el vestir adecuadamente para cada uno de ellos, te tendrán que hacer entrevistas para que los rondeños te conozcan, tendrás que elegir entre gran variedad de telas, de colores, de complementos, te das cuenta que te quedan pocos meses por delante y muchas cosas por hacer. Hay que ponerse ya manos a la obra, todo debe quedar perfecto para los días que vamos a vivir. 

Ahora tienes una gran responsabilidad; cuando te eligen Dama Goyesca no sólo lo eres para la ciudad de Ronda, nuestra feria es conocida mundialmente y a ella acuden gran cantidad de turistas año tras año, es por ello, que en parte, de ti depende como esté representada la ciudad de Ronda ante el resto del mundo...